1972 - 1976: Gral. Guillermo
Rodríguez Lara
1976 - 1979: Consejo Supremo de
Gobierno
1979 - 1981: Ab. Jaime Roídos
Aguilera
1981 - 1984: Dr. Osvaldo Hurtado
Larrea
1984 - 1988: Ing. León Febres
Cordero
1988 - 1992: Dr. Rodrigo Borja
Cevallos
1992 - 1996: Arq. Sixto Durán
Ballén
1996 - 1997: Ab. Abdalá Bucaram
1997 - 1998: Dr. Fabián Alarcón
1998 - 2000: Dr. Jamil Mahuad
2000 - 2003: Gustavo Noboa
2003 - 2005: Ing: Lucio Gutiérrez
2005 - 2007: Dr. Alfredo Palacio
2007: ... Ec. Rafael Correa
REVOLUCION DEL 28 DE MAYO DE 1944
La revolución del 28 de mayo de
1944 denominada como La Gloriosa fue la respuesta a la desastrosa política
internacional y el despotismo del régimen del Dr. Arroyo del Río. El 28 de mayo
de 1944, en las calles de Guayaquil las fuerzas militares y civiles se
enfrentaron en sangrienta batalla contra el grupo de carabineros del régimen
arroyista. El triunfo de los militares comandados por el Cap. Sergio Girón al
frente del heroico Batallón Villamil, y los civiles dirigidos por el Dr.
Francisco Arízaga Luque, fueron el catalizador del fervor popular que se hacía
eco en todo el país rechazando al Gobierno. Así se obligo al Dr. Carlos Arroyo
del Río a dimitir sus funciones de Presidente. El 1 de junio de 1944, el Dr.
José Ma. Velasco Ibarra, asumió el poder, llamado por los dirigentes de Alianza
Democrática. El 28 de mayo fue una página heroica escrita por el pueblo humilde
de Guayaquil junto al conscripto costeño liderado por el joven héroe militar
Cap. Sergio Girón quien en su vida militar y civil también defendió a la patria
en la guerra de 1941 y fundó el Leonismo en Quito y Salinas.
LAS
DICTADURAS MILITARES DE LA DÉCADA DE LOS SETENTA
El
ascenso dictatorial del Gral. Guillermo Rodríguez Lara, mediante el
derrocamiento de Velasco Ibarra, dio inicio al período de facto más dilatado de
nuestra historia republicana (desde 1972 hasta 1979), en el cual se sucedieron
Rodríguez Lara y el Consejo Superior de Gobierno, presidido por el almirante
Alfredo Poveda Burbano.
La
dictadura de Guillermo Rodríguez Lara
El régimen de facto de Rodríguez
Lara fue calificado como Gobierno Nacionalista Revolucionario, declarando la
vigencia de la constitución política del año 1945, “en todo lo que no se oponga
a los fines señalados por la dictadura ”, e intentó poner en práctica un plan
de acción de largo plazo con metas, teóricamente, muy halagadoras.
Para lograr estos objetivos, el
gobierno contaba con un recurso muy importante para el mundo moderno: el
petróleo. Esta fuente de energía era explotada en varios yacimientos de la Región
Amazónica y exportada principalmente a los Estados Unidos. La dictadura de
Rodríguez Lara acuñó el lema: "Sembrar el petróleo", para indicar que
la riqueza generada por la exportación de este recurso, debía invertirse en el
desarrollo económico del país. Sin embargo, esto no sucedió.
El dictador Rodríguez, tolerante
a las críticas generadas desde la oposición durante los primeros años de su
gestión administrativa, con el paso de los años endureció su actitud. Este
endurecimiento se agravó con el intento de derrocamiento protagonizado por un
grupo de oficiales del Ejército, el 1 de septiembre de 1975. Este incidente
significó un golpe fatal para el Gobierno Nacionalista Revolucionario del Gral.
Rodríguez, por la división que se produjo en filas del Ejército. En enero de
1976, dejaba el poder.
EL
CONSEJO SUPREMO DE GOBIERNO Y EL RETORNO A LA DEMOCRACIA.
El triunvirato que reemplazó al
Gral. Rodríguez Lara, bajo la presidencia del almirante Alfredo Poveda Burbano,
dio inicio a su mandato con la promesa de organizar el retorno del Estado
ecuatoriano a la vida constitucional.
El Consejo Superior de Gobierno,
por la necesidad de una nueva constitución política, no convocó una nueva
asamblea constituyente (como era costumbre), sino promovió una consulta
popular. Para el efecto, nombró dos comisiones jurídicas, con el encargo de
elaborar sendos proyectos constitucionales que serían puestos a consideración
del pueblo ecuatoriano.
Las dos comisiones estuvieron
presididas por los doctores Carlos Cueva Tamariz y Ramiro Borja y Borja. La
comisión que presidió Cueva tuvo a su cargo la elaboración de un proyecto
constitucional completamente nuevo; la otra, la de Borja, un proyecto basado
en la Constitución del año 1945, modificado con los cambios que la época
requería.
LAS DOS VUELTAS ELECTORALES Y LA ELECCIÓN DE JAIME ROÍDOS AGUILERA
Escogida la nueva constitución, los partidos
políticos y el pueblo ecuatoriano se entregaron a la campaña electoral
destinada a elegir al nuevo presidente constitucional del Ecuador y a su
vicepresidente.
Como el artículo 74 de la nueva
constitución política señalaba que un candidato para ser reconocido presidente
debía alcanzar en las elecciones mayoría absoluta (la mitad más uno del número
total de votos validos), fue necesaria una segunda vuelta en la que
participarían los dos candidatos con mayor votación.
En esa segunda vuelta terciaron el Ab.
Jaime Roldós Aguilera, quien triunfó la contienda, y el Arq. Sixto Durán Ballén
Romero. La entrega del poder al nuevo presidente constitucional, por parte del
Consejo Supremo de Gobierno ocurrió el 10 de agosto de 1979.
EL GOBIERNO CONSTITUCIONAL DE ROLDÓS AGUILERA
El primer año
de este gobierno se vio ensombrecido por una enconada pugna de poderes entre el
ejecutivo, obviamente presidido por el presidente Roldós, y el legislativo
encarnado en la Cámara Nacional de Representantes (así se llamaba el Congreso
Nacional), cuyo presidente era el Sr. Assad Bucaram. La pugna se dio por el
afán que mostraba este por lograr un mayor protagonismo político en el nuevo
gobierno, frente a la recia personalidad exhibida por el joven presidente.
Paquisha. En el mes de enero de 1981,
las fuerzas armadas peruanas atacaron la zona fronteriza oriental de la
cordillera del Cóndor, con el propósito de obligar al Ecuador a cerrar la línea
fronteriza en el sector en el que el protocolo de Rio de Janeiro se volvía
inejecutable. Los enfrentamientos armados entre peruanos y ecuatorianos
tuvieron como escenarios los sitios de Paquisha, Mayaycu y Machinaza, en los
que brilló el heroísmo del soldado nacional.
El conflicto unió a los ecuatorianos
en torno al presidente Roldos. La pugna de poderes hizo tregua y fueron
superadas, momentáneamente, todas las divergencias políticas.
La intervención de la Organización de
Estados Americanos (OEA), solicitada por el Ecuador, consiguió, con el
repliegue de las fuerzas en combate a sus respectivos territorios, el cese del
fuego y la creación de una zona desmilitarizada. Este hecho es importante para
los futuros intereses del Ecuador porque el Perú reconoció que existe un
problema de límites, que negaba porfiadamente.
El esfuerzo realizado para enfrentar
el conflicto incidió negativamente en la economía nacional y en las condiciones
de vida del habitante del Ecuador. Medidas económicas antipopulares, nuevamente
ensombrecieron el panorama político ecuatoriano.
Cuando transcurría el segundo año
presidencial de Roídos, un desgraciado accidente de aviación ocurrido en la
provincia de Loja (24 de mayo de 1981), acabó con su vida. De la presidencia de
la República, y por disposición constitucional, debió hacerse cargo el
vicepresidente, Dr. Osvaldo Hurgado Larrea.
LA
PRESIDENCIA DE OSVALDO HURTADO.
El
presidente Hurtado gobernó desde mayo de 1981 hasta el 10 de agosto de 1984.
Algunos factores incidieron negativamente en su gobierno:
a) El crudo invierno de 1983 ocasionó
graves desastres y sumió al país en una grave crisis económica.
b) La caída del precio internacional
del petróleo^ el más importante producto de exportación ecuatoriano,
contribuyó al deterioro económico nacional.
c) El agresivo endeudamiento externo
iniciado por las dictaduras militares, produjo la inestabilidad monetaria y la
devaluación del sucre. Devaluación que incrementó la pobreza de los más pobres.
Estos factores negativos y la aguda
crisis económica que vivía el país le obligaron a adoptar medidas políticas
impopulares, como la subida de precios, la dolarización y la congelación de los
salarios. Estas medidas duras lograron cierta estabilidad económica, que si el
siguiente gobierno hubiese seguido por el mismo camino, la realidad ecuatoriana
hubiere cambiado en forma positiva.
LEÓN
FEBRES CORDERO EN EL PODER
El Ing. León Febres Cordero, político
de las elites oligárquicas guayaquileñas, llegó a la presidencia de la
República liderando un movimiento político de extrema derecha llamado Frente
de Reconstrucción Nacional, que agrupaba a socialcristianos, conservadores
y liberales.
El gobierno de Febres Cordero se
caracterizó por la pugna entre los poderes Ejecutivo y Legislativo. Por
ejemplo, se mantuvo en el cargo al ministro de gobierno, Luis Robles Plaza,
pese a que el Congreso lo había censurado.
Durante este gobierno también se hizo
evidente la represión policial para controlar las manifestaciones estudiantiles
y las huelgas organizadas por diversos sectores.
Fueron denunciadas diversas
violaciones a los derechos humanos (la desaparición de los hermanos Retrepo y
de Consuelo Benavides, el asesinato de los líderes del grupo subversivo Alfaro
Vive, Carajo); sin embargo, hasta la fecha, no se han determinado
responsabilidades en contra de Febres Cordero.
La situación económica nacional, en
constante deterioro por la mala administración del Estado y agravada por el
peso de una gigantesca deuda externa, impidió al presidente hacer realidad su
oferta de campaña, “pan, techo y empleo”.
El régimen terminó su mandato
completamente impopular y perdió las elecciones frente al socialdemócrata
Rodrigo Borja Cevallos.
EL
GOBIERNO DE RODRIGO BORJA CEVALLOS
Triunfador en las elecciones
convocadas para 1988, con su partido la Izquierda Democrática, el Dr. Rodrigo
Borja llegó hasta la presidencia de la República.
El presidente Borja pudo controlar
casi todas las esferas de la administración pública (función ejecutiva,
Congreso Nacional, Corte Superior de Justicia). Esto le permitió la realización
de algunos programas de beneficio colectivo, por ejemplo, la campaña de
alfabetización de adultos, aunque los objetivos propuestos estuvieron muy lejos
de ser cumplidos.
El “pago de la deuda social”, los
ofrecimientos de moralización, el control del costo de la vida, el implementó
de reformas de beneficio social; todas promesas de la campaña, quedaron en
promesas.
La difícil situación económica
nacional, siempre agobiada por el incremento de la deuda externa, la aplicación
de políticas económicas equivocadas, el costo de la vida en alza incontenible,
sueldos que perdieron su valor adquisitivo (como en ningún otro gobierno, que
afectaron principalmente a las clases medias y bajas de la sociedad), un sector
agrario no solo postergado sino hasta paralizado, el pueblo indígena en
movimiento constante en busca de reivindicaciones territoriales y étnicas;
entre otras, fueron las características del gobierno del Dr. Borja. El gobierno
terminó desprestigiado ante la opinión pública y la otrora prestigiosa
Izquierda Democrática perdió su poder.
A partir de una alianza del PUR
(Partido de la Unidad Republicana) con el Partido Conservador, cuyo líder
máximo era el economista Alberto Dahik Garzosi ascendió al solio presidencial
el arquitecto Durán Ballén Romero.
La política económica del régimen, dirigida
por el vicepresidente Alberto Dahik (para muchos, el cerebro de la
administración y el verdadero gobernante del país), fue de lo más antipopular,
pudiendo señalar lo siguiente:
- Numerosas medidas económicas de
“shock” que (las primeras se dieron el 11 de septiembre de 1992, al mes del
inicio del gobierno), originaron el aumento incontrolado de los precios, y
contribuyeron a incrementar la pobreza de los sectores medios y bajos de
nuestra sociedad.
-Esta política económica buscaba
superar el déficit de las finanzas públicas, acumulado desde administraciones
anteriores y, sobre todo, a mantener al día el pago de la inmensa deuda
externa, la principal causa de la pobreza en el Ecuador.
-El eje ideológico del gobierno fue la
reducción del Estado, mediante una política de privatizaciones.
La administración de Durán Ballén se
dio en medio de escándalos de corrupción en los que se vieron comprometidos,
incluso algunos familiares del mismo presidente. El escándalo mayor se dio
cuando el mismo vicepresidente Dahik se vio involucrado en un mal manejo de
fondos reservados, denunciado por la opinión pública. El acusado, aunque
liberado de culpa por el Congreso Nacional, no lo fue por la Corte Suprema de
Justicia, que ordenó su prisión.
El vicepresidente huyó a Costa Rica,
en donde logró asilo político.
LA
GUERRA DEL ALTO CENEPA.
En la presidencia de Durán Ballén, las Fuerzas Armadas
ecuatorianas debieron enfrentar una vez más (y esta vez con mucho éxito) una
nueva incursión de los ejércitos peruanos al territorio nacional, en la zona
del Alto Cenepa (enero de 1995).
Como en otras oportunidades, el pueblo
ecuatoriano se unió monolíticamente en tomo al primer mandatario. El Ecuador,
puesto en pie de guerra y con el lema “ni un paso atrás”, puso freno a los
afanes invasores de nuestro vecino del Sur.
La intervención de los países garantes
del Protocolo de Rio de Janeiro (Estados Unidos, Chile, Argentina y Brasil)
detuvo el conflicto. El triunfo ecuatoriano, jamás cuestionado, en la guerra
del Alto Cenepa significo un valioso antecedente para la paz definitiva
lograda, años más tarde (1998), entre nuestro país y el Perú que aceptó
concurrir a la mesa de negociaciones.
ABDALÁ
BUCARAM ORTIZ Y FABIÁN ALARCÓN RIVERA EN SU PASO POR LA PRESIDENCIA DE LA
REPÚBLICA
En las elecciones presidenciales de
1996, triunfó nuevamente el populismo. En esta ocasión, con Abdalá Bucaram
Ortiz y su partido político, el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE).
La cuestionada administración del Ab.
Bucaram dio lugar a un masivo levantamiento popular en contra de su gobierno,
el 5 de febrero de 1997, a solo seis meses de su ascenso al poder. Entonces, el
Congreso Nacional, interpretando el clamor popular, dispuso la destitución del
presidente “por incapacidad mental”, argumento muy poco convincente al amparo
del artículo 100 de la constitución, entonces vigente.
Fabián Alarcón Rivera, presidente del
Congreso Nacional, fue designado presidente constitucional interino, por el
mismo Congreso, y gobernó hasta el 10 de agosto de 1998. El nombramiento de
Alarcón pasó por alto la Constitución vigente hasta ese entonces, en la que se
establecía que en ausencia del presidente debía asumir sus funciones el
vicepresidente de la República, en este caso, la Dra. Rosalía Arteaga Serrano,
vicepresidenta constitucional, debía asumir legalmente la presidencia del
Ecuador.
JAMIL
MAHUAD WITT EN EL PODER
El Dr. Mahuad como candidato
triunfante en las elecciones presidenciales convocadas en 1998, asumió el
poder el 10 de agosto de ese año. Su presidencia se dio al amparo de una nueva
constitución política, la decimonovena en nuestra historia republicana. Esta
nueva carta magna fue elaborada durante el interinato de Alarcón por la
Asamblea Constituyente elegida democráticamente por el pueblo ecuatoriano.
El acto más sobresaliente de
la administración del presidente Mahuad fue la histórica firma, en Brasilia, de
la paz definitiva con el Perú, el 26 de octubre de 1998. Sin embargo, este
tratado obligó al Estado ecuatoriano a reconocer como posesiones peruanas
valiosos territorios que por siglos y por justicia, constituyeron parte de su
soberanía.
El gobierno de Mahuad terminó en medio
de una de las peores crisis económicas que recuerda la historia del Ecuador, como
producto de los malos gobiernos anteriores.
La inestabilidad monetaria (con un
sucre que llegó a devaluarse casi diariamente) obligó a tomar numerosas medidas
de carácter económico, todas antipopulares; en perjuicio de ese sufrido pueblo
ecuatoriano que llegó a tocar fondo en su lacerante pobreza.
Un feriado bancario (por toda una
semana, los bancos dejaron de atender al público, con tremendas consecuencias
para la economía popular); el cierre, en muchos casos, doloso de algunos
bancos; la creación de un nuevo impuesto: el 1% sobre la circulación de los
capitales (que se cobraba en la cancelación de los cheques); el alza de los
combustibles; el encarecimiento de los víveres y, en general, de los artículos
de primera necesidad, crearon un malestar colectivo, antecedente de un
levantamiento indígena.
La última medida, tomada por el
presidente pocos días antes de su derrocamiento, fue la “dolarización” de
nuestra economía. El dólar norteamericano sustituyó al sucre, la unidad
monetaria desde 1884. Este proceso de cambio, por cada 25. 000 sucres se
adquiría un dólar, con lo cual se ahondó más la pobreza del pueblo y se
incrementó la riqueza de la banca.
El 21 de enero del 2000 se produjo, en
Quito, un levantamiento dirigido por la Confederación de Nacionalidades
Indígenas (CONAIE) con el apoyo de la numerosos militares y con el visto bueno
de la cúpula militar. El presidente fue destituido y reemplazado por su
vicepresidente, el Dr. Gustavo' Noboa Bejarano.
LA PRESIDENCIA DE GUSTAVO
NOBOA.
En
el ámbito económico:
a. Mantuvo el proceso de
dolarización que su antecesor iniciara trece días antes de su destitución.
b.
La crisis
bancaria se mantuvo sin una solución definitiva. La Agencia de Garantías de
Depósitos (AGD), entidad creada para solucionar los problemas derivados del
“cierre bancario” y pagar a los ahorristas de esta banca, no pudo cumplir a
satis-facción con su objetivo, en virtud de que todavía existe una larga lista
de personas que no han cobra-do sus escasos ahorros; y los banqueros culpables
de esta crisis, no reciben aún el castigo que se merecen.
c.
No dispuso de
una verdadera planificación administrativa o “políticas de Estado”.
En
el ámbito de lo social:
a. Una educación, en una
situación deplorable, con un magisterio mal preparado y pésimamente remunerado;
locales escolares, especialmente en la Costa, destruidos; escuelas y colegios
del sector rural, abandonados por la deserción de sus maestros/as, entre otros.
Una realidad docente poco promisoria para el futuro de la niñez y juventud ecuatorianas.
b. El área de la salud,
asimismo, postergada por no disponer de una verdadera política en este importante
sector.
Y, como siempre, la corrupción
campeaba en todos los ámbitos. La huida del país, como prófugos de la justicia
de los ministros Carlos Julio Emanuel, de Economía y Patricio Jamriska, de
Salud, comprometidos en peculados, es una evidencia de lo dicho.
PRESIDENCIA DE LUCIO
GUTIÉRREZ BORBÚA
Llegó
a la presidencia como triunfador en los comicios del año 2002, con el auspicio
político del partido fundado por él, Sociedad
Patriótica 21 de Enero, y con el apoyo de Pachacútik (brazo político de la
CONAIE) y del Movimiento Popular Democrático (MPD).
Gutiérrez, coronel del Ejército, fue
protagonista con el grupo militar que dio un golpe de Estado y rompió la
Constitución al destituir al presidente Mahuad el 21 de enero del año 2000.
“Ante el esta-do de corrupción no caben los parches sino refundar la
República”, fue su argumento de insubordinación y de justificación del golpe de
Estado.
Luego de este golpe, se dedicó de
lleno a la política, postulándose como candidato a la presidencia. De su
administración, podemos anotar lo siguiente:
-La economía ecuatoriana durante su
régimen experimentó un crecimiento evidenciado en un aumento del consumo, en el
aumento de líneas de crédito y en los indicadores macroeconómicos como
inflación, empleo, entre otros.
-En la administración pública colocó a
sus familiares e íntimos amigos de su partido, personal improvisado y sin
ninguna preparación.
-El pago de la deuda social nunca se
cumplió; por el contrario, la educación, la salud fueron posterga-das y
descuidadas.
-El nivel de corrupción aumentó,
especialmente en los círculos más cercanos al primer mandatario.
-Una alianza entre el PRE, el PRIAN,
el partido de gobierno y un grupo de diputados desafiliados de sus partidos
políticos, denominados independientes, logró una mayoría en el Congreso
Nacional, lo que permitió una reestructuración inconstitucional de la Corte
Suprema de Justicia, el Consejo de la Judicatura, el Tribunal de Garantías
Constitucionales y el Tribunal Supremo Electoral.
Sin embargo, para muchos expertos, la
venida del líder roldosista Abdalá Bucaram Ortiz, expatriado en Panamá, originó
las revueltas de abril de 2005, en las que el pueblo quiteño y ecuatoriano
alzaron su protesta en contra de Gutiérrez, que terminó huyendo a Brasil en
calidad de asilado político.
ALFREDO PALACIO GONZÁLEZ
El cardiólogo Alfredo Palacio,
de 66 años, acompañó a Lucio Gutiérrez en su gobierno como vicepresidente desde
que tomó posesión en el 2003, aunque estaba enfrentado con él. Pocas horas
antes de que su antecesor fuese destituido por el Parlamento, Alfredo Palacio
declaró a periodistas extranjeros que el país se encontraba "en estado de
coma" y advirtió sobre posibles "manos que intenten aplicar la
eutanasia". El todavía vicepresidente precisó que eutanasia "sería
sacrificar al pueblo para sostener a quien no debe sostenerse".
Cyntia Viteri, en calidad de
presidenta en funciones del Congreso, fue la encargada de tomar juramento a
Palacio, quien, en sus primeras declaraciones, dijo que "el pueblo de
Ecuador, particularmente el quiteño, terminó hoy con la dictadura, la
inmoralidad, la prepotencia, el terror y el miedo".
Alfredo Palacio gobernó el país hasta
el 14 de enero de 2007 y entregó la banda presidencial al nuevo Presidente
Constitucional de la República, economista Rafael Correa, el 15 de enero, en el
Congreso Nacional..
RAFAEL CORREA
DELGADO
El gobierno de Rafael Correa Delgado se encuentra en
funciones desde 2006, por esa razón no es posible presentar un juicio histórico
de su gobierno, sino una descripción de algunos hechos que, hasta el momento, han
caracterizado su gestión. Entre estos hechos se pueden mencionar:
En su discurso
de posesión a la presidencia, el economista Correa señaló: "Ante Dios y
ante el pueblo ecuatoriano, juro cumplir el mandato que me otorgó la ciudadanía
del Ecuador, el 26 de noviembre"
A Rafael
Correa no solo lo posesionó el poder legislativo, sino que por primera vez en
la historia de Ecuador fue investido simbólicamente por el pueblo indígena de
Zumbawa, provincia de Cotopaxi. Una de sus primeras acciones de Gobierno fue reducir
su salario y el de los colaboradores cercanos al régimen.
Se convocó a una Asamblea
Constituyente que pro-puso la Vigésima Constitución Política del Ecuador. Esta
Constitución fue aprobada, mediante votación popular, el 28 de septiembre de
2007.
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