domingo, 8 de febrero de 2015

Periodos de presidentes de la Republica del Ecuador



PERIODOS DE GOBERNACIÓN DE PRESIDENTES EN EL ECUADOR
1972 - 1976: Gral. Guillermo Rodríguez Lara
1976 - 1979: Consejo Supremo de Gobierno
1979 - 1981: Ab. Jaime Roídos Aguilera
1981 - 1984: Dr. Osvaldo Hurtado Larrea
1984 - 1988: Ing. León Febres Cordero
1988 - 1992: Dr. Rodrigo Borja Cevallos
1992 - 1996: Arq. Sixto Durán Ballén
1996 - 1997: Ab. Abdalá Bucaram
1997 - 1998: Dr. Fabián Alarcón
1998 - 2000: Dr. Jamil Mahuad
2000 - 2003: Gustavo Noboa
2003 - 2005: Ing: Lucio Gutiérrez
2005 - 2007: Dr. Alfredo Palacio
2007: ... Ec. Rafael Correa 
REVOLUCION DEL 28 DE MAYO DE 1944
La revolución del 28 de mayo de 1944 denominada como La Gloriosa fue la respuesta a la desastrosa política internacional y el despotismo del régimen del Dr. Arroyo del Río. El 28 de mayo de 1944, en las calles de Guayaquil las fuerzas militares y civiles se enfrentaron en sangrienta batalla contra el grupo de carabineros del régimen arroyista. El triunfo de los militares comandados por el Cap. Sergio Girón al frente del heroico Batallón Villamil, y los civiles dirigidos por el Dr. Francisco Arízaga Luque, fueron el catalizador del fervor popular que se hacía eco en todo el país rechazando al Gobierno. Así se obligo al Dr. Carlos Arroyo del Río a dimitir sus funciones de Presidente. El 1 de junio de 1944, el Dr. José Ma. Velasco Ibarra, asumió el poder, llamado por los dirigentes de Alianza Democrática. El 28 de mayo fue una página heroica escrita por el pueblo humilde de Guayaquil junto al conscripto costeño liderado por el joven héroe militar Cap. Sergio Girón quien en su vida militar y civil también defendió a la patria en la guerra de 1941 y fundó el Leonismo en Quito y Salinas.
LAS DICTADURAS MILITARES DE LA DÉCADA DE LOS SETENTA
El ascenso dictatorial del Gral. Guillermo Rodríguez Lara, mediante el derrocamiento de Velasco Ibarra, dio inicio al período de facto más dilatado de nuestra historia republicana (desde 1972 hasta 1979), en el cual se sucedieron Rodríguez Lara y el Consejo Superior de Gobierno, presidido por el almirante Alfredo Poveda Burbano.
La dictadura de Guillermo Rodríguez Lara
El régimen de facto de Rodríguez Lara fue calificado como Gobierno Nacionalista Revolucionario, declarando la vigencia de la constitución política del año 1945, “en todo lo que no se oponga a los fines señalados por la dictadura ”, e intentó poner en práctica un plan de acción de largo plazo con metas, teóricamente, muy halagadoras.
Para lograr estos objetivos, el gobierno contaba con un recurso muy importante para el mundo moderno: el petróleo. Esta fuente de energía era explotada en varios yacimientos de la Región Amazónica y exportada principalmente a los Estados Unidos. La dictadura de Rodríguez Lara acuñó el lema: "Sembrar el petróleo", para indicar que la riqueza generada por la exportación de este recurso, debía invertirse en el desarrollo económico del país. Sin embargo, esto no sucedió.
El dictador Rodríguez, tolerante a las críticas generadas desde la oposición durante los primeros años de su gestión administrativa, con el paso de los años endureció su actitud. Este endurecimiento se agravó con el intento de derrocamiento protagonizado por un grupo de oficiales del Ejército, el 1 de septiembre de 1975. Este incidente significó un golpe fatal para el Gobierno Nacionalista Revolucionario del Gral. Rodríguez, por la división que se produjo en filas del Ejército. En enero de 1976, dejaba el poder.
EL CONSEJO SUPREMO DE GOBIERNO Y EL RETORNO A LA DEMOCRACIA.
 El triunvirato que reemplazó al Gral. Rodríguez Lara, bajo la presidencia del almirante Alfredo Poveda Burbano, dio inicio a su mandato con la promesa de organizar el retorno del Estado ecuato­riano a la vida constitucional.
EL REFERÉNDUM O PLEBISCITO 
El Consejo Superior de Gobierno, por la necesidad de una nueva constitución política, no convocó una nueva asamblea constituyente (como era costum­bre), sino promovió una consulta popular. Para el efecto, nombró dos comisiones jurídicas, con el encargo de elaborar sendos proyectos constitucio­nales que serían puestos a consideración del pueblo ecuatoriano.
Las dos comisiones estuvieron presididas por los doctores Carlos Cueva Tamariz y Ramiro Borja y Borja. La comisión que presidió Cueva tuvo a su cargo la elaboración de un proyecto constitucional completamente nuevo; la otra, la de Borja, un pro­yecto basado en la Constitución del año 1945, modificado con los cambios que la época requería.
LAS DOS VUELTAS ELECTORALES Y LA ELECCIÓN DE JAIME ROÍDOS AGUILERA
Escogida la nueva constitución, los partidos políti­cos y el pueblo ecuatoriano se entregaron a la cam­paña electoral destinada a elegir al nuevo presidente constitucional del Ecuador y a su vicepresidente.
Como el artículo 74 de la nueva constitución política señalaba que un candidato para ser reconocido presidente debía alcanzar en las elecciones mayoría absoluta (la mitad más uno del número total de votos validos), fue necesaria una segunda vuelta en la que participarían los dos candidatos con mayor votación.
En esa segunda vuelta terciaron el Ab. Jaime Roldós Aguilera, quien triunfó la contienda, y el Arq. Sixto Durán Ballén Romero. La entrega del poder al nuevo presidente constitucional, por parte del Consejo Supremo de Gobierno ocurrió el 10 de agosto de 1979.

EL GOBIERNO CONSTITUCIONAL DE ROLDÓS AGUILERA
El primer año de este gobierno se vio ensombrecido por una enconada pugna de poderes entre el ejecutivo, obviamente presidido por el presidente Roldós, y el legislativo encarnado en la Cámara Nacional de Representantes (así se llamaba el Congreso Nacional), cuyo presidente era el Sr. Assad Bucaram. La pugna se dio por el afán que mostraba este por lograr un mayor protagonismo político en el nuevo gobierno, frente a la recia personalidad exhibida por el joven presidente.
Paquisha. En el mes de enero de 1981, las fuerzas armadas peruanas atacaron la zona fronteriza oriental de la cordillera del Cóndor, con el propósito de obligar al Ecuador a cerrar la línea fronteriza en el sector en el que el protocolo de Rio de Janeiro se volvía inejecutable. Los enfrentamientos armados entre perua­nos y ecuatorianos tuvieron como escenarios los sitios de Paquisha, Mayaycu y Machinaza, en los que bri­lló el heroísmo del soldado nacional.
El conflicto unió a los ecuatorianos en torno al presidente Roldos. La pugna de poderes hizo tregua y fue­ron superadas, momentáneamente, todas las divergencias políticas.
La intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA), solicitada por el Ecuador, consiguió, con el repliegue de las fuerzas en combate a sus respectivos territorios, el cese del fuego y la creación de una zona desmilitarizada. Este hecho es importante para los futuros intereses del Ecuador porque el Perú reconoció que existe un problema de límites, que negaba porfiadamente.
El esfuerzo realizado para enfrentar el conflicto incidió negativamente en la economía nacional y en las condiciones de vida del habitante del Ecuador. Medidas económicas antipopulares, nuevamente ensombre­cieron el panorama político ecuatoriano.
Cuando transcurría el segundo año presidencial de Roídos, un desgraciado accidente de aviación ocurrido en la provincia de Loja (24 de mayo de 1981), acabó con su vida. De la presidencia de la República, y por disposición constitucional, debió hacerse cargo el vicepresidente, Dr. Osvaldo Hurgado Larrea.

 LA PRESIDENCIA DE OSVALDO HURTADO.

El presidente Hurtado gobernó desde mayo de 1981 hasta el 10 de agosto de 1984. Algunos factores inci­dieron negativamente en su gobierno:
a) El crudo invierno de 1983 ocasionó graves desastres y sumió al país en una grave crisis económica.
b) La caída del precio internacional del petróleo^ el más importante pro­ducto de exportación ecuatoriano, contribuyó al deterioro económico nacional.
c) El agresivo endeudamiento externo iniciado por las dictaduras milita­res, produjo la inestabilidad monetaria y la devaluación del sucre. Devaluación que incrementó la pobreza de los más pobres.
Estos factores negativos y la aguda crisis económica que vivía el país le obligaron a adoptar medidas políticas impopulares, como la subida de precios, la dolarización y la congelación de los salarios. Estas medi­das duras lograron cierta estabilidad económica, que si el siguiente gobierno hubiese seguido por el mismo camino, la realidad ecuatoriana hubiere cambiado en forma positiva.

LEÓN FEBRES CORDERO EN EL PODER

El Ing. León Febres Cordero, político de las elites oligárquicas guayaquileñas, llegó a la presidencia de la República liderando un movimiento político de extrema derecha llamado Frente de Reconstrucción Nacional, que agrupaba a socialcristianos, conservadores y liberales.
El gobierno de Febres Cordero se caracterizó por la pugna entre los poderes Ejecutivo y Legislativo. Por ejemplo, se mantuvo en el cargo al ministro de gobier­no, Luis Robles Plaza, pese a que el Congreso lo había censurado.
Durante este gobierno también se hizo evidente la represión policial para controlar las manifestaciones estudiantiles y las huelgas organizadas por diversos sectores.
Fueron denunciadas diversas violaciones a los derechos humanos (la desaparición de los hermanos Retrepo y de Consuelo Benavides, el asesinato de los líderes del grupo subversivo Alfaro Vive, Carajo); sin embargo, hasta la fecha, no se han determinado responsabilidades en contra de Febres Cordero.
La situación económica nacional, en constante deterioro por la mala administración del Estado y agravada por el peso de una gigantesca deuda externa, impidió al presidente hacer realidad su oferta de campaña, “pan, techo y empleo”.
El régimen terminó su mandato completamente impopular y perdió las elecciones frente al socialdemócrata Rodrigo Borja Cevallos.

EL GOBIERNO DE RODRIGO BORJA CEVALLOS

Triunfador en las elecciones convocadas para 1988, con su partido la Izquierda Democrática, el Dr. Rodrigo Borja llegó hasta la presidencia de la República.
El presidente Borja pudo controlar casi todas las esferas de la administración pública (función ejecutiva, Congreso Nacional, Corte Superior de Justicia). Esto le permitió la realización de algunos programas de beneficio colectivo, por ejem­plo, la campaña de alfabetización de adultos, aunque los objetivos propuestos estuvieron muy lejos de ser cumplidos.
El “pago de la deuda social”, los ofrecimientos de moralización, el control del costo de la vida, el implementó de reformas de beneficio social; todas promesas de la campaña, quedaron en promesas.
La difícil situación económica nacional, siempre agobiada por el incremento de la deuda externa, la aplicación de políticas económicas equivocadas, el costo de la vida en alza incontenible, sueldos que perdieron su valor adquisitivo (como en ningún otro gobierno, que afectaron principalmente a las clases medias y bajas de la sociedad), un sector agrario no solo postergado sino hasta paralizado, el pueblo indígena en movimiento constante en busca de reivindicaciones territoriales y étnicas; entre otras, fueron las características del gobierno del Dr. Borja. El gobierno terminó desprestigiado ante la opinión pública y la otrora prestigiosa Izquierda Democrática perdió su poder.

A partir de una alianza del PUR (Partido de la Unidad Republicana) con el Partido Conservador, cuyo líder máximo era el economista Alberto Dahik Garzosi ascendió al solio presidencial el arquitecto Durán Ballén Romero.
La política económica del régimen, dirigida por el vicepresidente Alberto Dahik (para muchos, el cerebro de la administración y el verdadero gober­nante del país), fue de lo más antipopular, pudiendo señalar lo siguiente:
- Numerosas medidas económicas de “shock” que (las primeras se dieron el 11 de septiembre de 1992, al mes del inicio del gobierno), originaron el aumento incontrolado de los precios, y contribuyeron a incre­mentar la pobreza de los sectores medios y bajos de nuestra sociedad.
-Esta política económica buscaba superar el déficit de las finanzas públicas, acumulado desde administra­ciones anteriores y, sobre todo, a mantener al día el pago de la inmensa deuda externa, la principal causa de la pobreza en el Ecuador.
-El eje ideológico del gobierno fue la reducción del Estado, mediante una política de privatizaciones.
La administración de Durán Ballén se dio en medio de escándalos de corrupción en los que se vieron com­prometidos, incluso algunos familiares del mismo presidente. El escándalo mayor se dio cuando el mismo vicepresidente Dahik se vio involucrado en un mal manejo de fondos reservados, denunciado por la opi­nión pública. El acusado, aunque liberado de culpa por el Congreso Nacional, no lo fue por la Corte Suprema de Justicia, que ordenó su prisión.
El vicepresidente huyó a Costa Rica, en donde logró asilo político.

LA GUERRA DEL ALTO CENEPA.
En la presidencia de Durán Ballén, las Fuerzas Armadas ecuatorianas debieron enfrentar una vez más (y esta vez con mucho éxito) una nueva incursión de los ejércitos peruanos al territorio nacional, en la zona del Alto Cenepa (enero de 1995).
Como en otras oportunidades, el pueblo ecuatoriano se unió monolíticamente en tomo al primer mandatario. El Ecuador, puesto en pie de guerra y con el lema “ni un paso atrás”, puso freno a los afanes invasores de nuestro vecino del Sur.
La intervención de los países garantes del Protocolo de Rio de Janeiro (Estados Unidos, Chile, Argentina y Brasil) detuvo el conflicto. El triunfo ecuatoriano, jamás cuestionado, en la guerra del Alto Cenepa significo un valioso antecedente para la paz definitiva lograda, años más tarde (1998), entre nuestro país y el Perú que aceptó concurrir a la mesa de negociaciones.

ABDALÁ BUCARAM ORTIZ Y FABIÁN ALARCÓN RIVERA EN SU PASO POR LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA
                       
En las elecciones presidenciales de 1996, triunfó nuevamente el populismo. En esta ocasión, con Abdalá Bucaram Ortiz y su partido político, el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE).
La cuestionada administración del Ab. Bucaram dio lugar a un masivo levantamiento popular en contra de su gobierno, el 5 de febrero de 1997, a solo seis meses de su ascenso al poder. Entonces, el Congreso Nacional, interpretando el clamor popu­lar, dispuso la destitución del presidente “por inca­pacidad mental”, argumento muy poco convincen­te al amparo del artículo 100 de la constitución, entonces vigente.
Fabián Alarcón Rivera, pre­sidente del Congreso Nacional, fue designado pre­sidente constitucional interi­no, por el mismo Congreso, y gobernó hasta el 10 de agosto de 1998. El nombra­miento de Alarcón pasó por alto la Constitución vigente hasta ese entonces, en la que se establecía que en ausencia del presidente debía asumir sus funciones el vicepresidente de la República, en este caso, la Dra. Rosalía Arteaga Serrano, vicepresidenta constitucional, debía asu­mir legalmente la presidencia del Ecuador.

JAMIL MAHUAD WITT EN EL PODER

El Dr. Mahuad como candidato triunfante en las elecciones presiden­ciales convocadas en 1998, asumió el poder el 10 de agosto de ese año. Su presidencia se dio al amparo de una nueva constitución política, la deci­monovena en nuestra historia republicana. Esta nueva carta magna fue elaborada durante el interi­nato de Alarcón por la Asamblea Constituyente ele­gida democráticamente por el pueblo ecuatoriano.

El acto más sobresaliente de la administración del presidente Mahuad fue la histórica firma, en Brasilia, de la paz definitiva con el Perú, el 26 de octubre de 1998. Sin embargo, este tratado obligó al Estado ecuatoriano a reconocer como posesiones peruanas valiosos territorios que por siglos y por justicia, constituyeron parte de su soberanía.
El gobierno de Mahuad terminó en medio de una de las peores crisis económicas que recuerda la historia del Ecuador, como producto de los malos gobiernos anteriores.
La inestabilidad monetaria (con un sucre que llegó a devaluarse casi diariamente) obligó a tomar numerosas medidas de carácter económico, todas antipopulares; en perjuicio de ese sufrido pueblo ecuatoriano que llegó a tocar fondo en su lacerante pobreza.
Un feriado bancario (por toda una semana, los bancos dejaron de atender al público, con tremendas consecuencias para la economía popular); el cierre, en muchos casos, doloso de algunos bancos; la creación de un nuevo impuesto: el 1% sobre la circulación de los capitales (que se cobraba en la cancelación de los cheques); el alza de los combustibles; el encarecimiento de los víveres y, en general, de los artículos de primera necesidad, crearon un malestar colectivo, antecedente de un levantamiento indígena.
La última medida, tomada por el presidente pocos días antes de su derrocamiento, fue la “dolarización” de nuestra economía. El dólar norteamericano sustituyó al sucre, la unidad monetaria desde 1884. Este proceso de cambio, por cada 25. 000 sucres se adquiría un dólar, con lo cual se ahondó más la pobreza del pueblo y se incrementó la riqueza de la banca.
El 21 de enero del 2000 se produjo, en Quito, un levantamiento dirigido por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) con el apoyo de la numerosos militares y con el visto bueno de la cúpula militar. El presidente fue destituido y reemplazado por su vicepresidente, el Dr. Gustavo' Noboa Bejarano.

LA PRESIDENCIA DE GUSTAVO NOBOA.

En el ámbito económico:
a. Mantuvo el proceso de dolarización que su antecesor iniciara trece días antes de su destitución.
b. La crisis bancaria se mantuvo sin una solución definitiva. La Agencia de Garantías de Depósitos (AGD), entidad creada para solucionar los problemas derivados del “cierre bancario” y pagar a los ahorristas de esta banca, no pudo cumplir a satis-facción con su objetivo, en virtud de que todavía existe una larga lista de personas que no han cobra-do sus escasos ahorros; y los banqueros culpables de esta crisis, no reciben aún el castigo que se merecen.
c. No dispuso de una verdadera planificación administrativa o “políticas de Estado”.

En el ámbito de lo social:
a. Una educación, en una situación deplorable, con un magisterio mal preparado y pésimamente remunerado; locales escolares, especialmente en la Costa, destruidos; escuelas y colegios del sector rural, abandonados por la deserción de sus maestros/as, entre otros. Una realidad docente poco promisoria para el futuro de la niñez y juventud ecuatorianas.
b. El área de la salud, asimismo, postergada por no disponer de una verdadera política en este importante sector.
Y, como siempre, la corrupción campeaba en todos los ámbitos. La huida del país, como prófugos de la justicia de los ministros Carlos Julio Emanuel, de Economía y Patricio Jamriska, de Salud, comprometidos en peculados, es una evidencia de lo dicho.

PRESIDENCIA DE LUCIO GUTIÉRREZ BORBÚA
Llegó a la presidencia como triunfador en los comicios del año 2002, con el auspicio político del partido fundado por él, Sociedad Patriótica 21 de Enero, y con el apoyo de Pachacútik (brazo político de la CONAIE) y del Movimiento Popular Democrático (MPD).
Gutiérrez, coronel del Ejército, fue protagonista con el grupo militar que dio un golpe de Estado y rompió la Constitución al destituir al presidente Mahuad el 21 de enero del año 2000. “Ante el esta-do de corrupción no caben los parches sino refundar la República”, fue su argumento de insubordinación y de justificación del golpe de Estado.
Luego de este golpe, se dedicó de lleno a la política, postulándose como candidato a la presidencia. De su administración, podemos anotar lo siguiente:
-La economía ecuatoriana durante su régimen experimentó un crecimiento evidenciado en un aumento del consumo, en el aumento de líneas de crédito y en los indicadores macroeconómicos como inflación, empleo, entre otros.
-En la administración pública colocó a sus familiares e íntimos amigos de su partido, personal improvisado y sin ninguna preparación.
-El pago de la deuda social nunca se cumplió; por el contrario, la educación, la salud fueron posterga-das y descuidadas.
-El nivel de corrupción aumentó, especialmente en los círculos más cercanos al primer mandatario.
-Una alianza entre el PRE, el PRIAN, el partido de gobierno y un grupo de diputados desafiliados de sus partidos políticos, denominados independientes, logró una mayoría en el Congreso Nacional, lo que permitió una reestructuración inconstitucional de la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de la Judicatura, el Tribunal de Garantías Constitucionales y el Tribunal Supremo Electoral.
Sin embargo, para muchos expertos, la venida del líder roldosista Abdalá Bucaram Ortiz, expatriado en Panamá, originó las revueltas de abril de 2005, en las que el pueblo quiteño y ecuatoriano alzaron su protesta en contra de Gutiérrez, que terminó huyendo a Brasil en calidad de asilado político.

ALFREDO PALACIO GONZÁLEZ
El cardiólogo Alfredo Palacio, de 66 años, acompañó a Lucio Gutiérrez en su gobierno como vicepresidente desde que tomó posesión en el 2003, aunque estaba enfrentado con él. Pocas horas antes de que su antecesor fuese destituido por el Parlamento, Alfredo Palacio declaró a periodistas extranjeros que el país se encontraba "en estado de coma" y advirtió sobre posibles "manos que intenten aplicar la eutanasia". El todavía vicepresidente precisó que eutanasia "sería sacrificar al pueblo para sostener a quien no debe sostenerse".
Cyntia Viteri, en calidad de presidenta en funciones del Congreso, fue la encargada de tomar juramento a Palacio, quien, en sus primeras declaraciones, dijo que "el pueblo de Ecuador, particularmente el quiteño, terminó hoy con la dictadura, la inmoralidad, la prepotencia, el terror y el miedo".
Alfredo Palacio gobernó el país hasta el 14 de enero de 2007 y entregó la banda presidencial al nuevo Presidente Constitucional de la República, economista Rafael Correa, el 15 de enero, en el Congreso Nacional..

RAFAEL CORREA DELGADO

El gobierno de Rafael Correa Delgado se encuentra en funciones desde 2006, por esa razón no es posible presentar un juicio histórico de su gobierno, sino una descripción de algunos hechos que, hasta el momento, han caracterizado su gestión. Entre estos hechos se pueden mencionar:
En su discurso de posesión a la presidencia, el economista Correa señaló: "Ante Dios y ante el pueblo ecuatoriano, juro cumplir el mandato que me otorgó la ciudadanía del Ecuador, el 26 de noviembre"
A Rafael Correa no solo lo posesionó el poder legislativo, sino que por primera vez en la historia de Ecuador fue investido simbólicamente por el pueblo indígena de Zumbawa, provincia de Cotopaxi. Una de sus primeras acciones de Gobierno fue reducir su salario y el de los colaboradores cercanos al régimen.
Se convocó a una Asamblea Constituyente que pro-puso la Vigésima Constitución Política del Ecuador. Esta Constitución fue aprobada, mediante votación popular, el 28 de septiembre de 2007.

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